Pocas cosas resultan tan molestas como las infecciones de carácter urinario, a pesar de que esta no suelen ser graves, ni tampoco representan un riesgo para la vida de la persona, pueden llegar a causarte muchos problemas.
En esta ocasión, quiero hablarte un poco más sobre esta enfermedad, de esta manera, vas a poder estar atenta a los síntomas característicos de esta enfermedad.
¿Qué es la cistitis?
La cistitis es cuando la vejiga está inflamada. Te lo hace saber con constantes idas al baño que a menudo duelen y nunca se alivian del todo. Una de las principales causas de la cistitis es una infección del tracto urinario (ITU). Cuando se tiene una, las bacterias de la vejiga hacen que ésta se hinche y se irrite, lo que provoca síntomas como la necesidad de orinar más a menudo de lo normal.
Las mujeres tienden a padecer cistitis mucho más que los hombres. Normalmente, es más molesta que grave, y si es por una infección bacteriana puede tratarse con antibióticos. Pero las bacterias pueden pasar de la vejiga a los riñones y causar problemas más graves, por lo que es importante tratarla de inmediato.
Causas de la cistitis
Por lo general, las bacterias como la E. coli son las culpables. Normalmente viven en la piel y en los intestinos, y no suponen un problema. Pero si se introducen en la uretra, que es el conducto que transporta la orina fuera del cuerpo, las bacterias pueden acabar en la vejiga y causar problemas.
No es tan común, pero entre las causas de la infección de orina podemos mencionar las siguientes:
- Las sustancias químicas de los productos de cuidado personal, como los baños de burbujas, los jabones y los espermicidas
- Medicamentos de quimioterapia
- Daños causados por una operación de vejiga o por un catéter, un tubo que ayuda a vaciar la orina de la vejiga
- Radiación para tratar el cáncer alrededor de la pelvis
Algunas personas pueden llegar a padecer de una enfermedad llamada cistitis intersticial. En esta, la vejiga está constantemente inflamada, pero se puede percibir una infección. Los médicos no están seguros de cuál es la causa, y es mucho más difícil de tratar que la cistitis normal.
Síntomas de la cistitis
Entre algunos de los principales síntomas de la cistitis tenemos los siguientes:
- Arde, pica o duele al orinar.
- Las ganas de orinar son constantes.
- Te sientes mal (dolorido y cansado, con fiebre baja).
- Necesitas orinar a menudo, pero sólo salen pequeñas cantidades.
- Tiene dolor o presión en el bajo vientre.
- La orina es oscura, turbia o tiene un fuerte olor.
- Te duele cuando tienes relaciones sexuales.
- Tiene calambres en la espalda o en el vientre.
También puede afectar a tu estado mental. Es decir, algunas personas que padecen de esta enfermedad pueden llegar a padecer de ansiedad o depresión.
En los niños pequeños, mojarse durante el día, si normalmente no lo hacen, también puede ser una señal. Es importante mencionar que el mojar la cama durante las noches no suele estar relacionado con la cistitis. Los niños con cistitis también pueden sentirse débiles y tener problemas para retener la comida.
Cuando ocurren los síntomas de la cistitis en niños pequeños y bebés, estos deben ser tomados en serio. Puede ser un indicio de reflujo urinario. Eso es cuando la orina vuelve al cuerpo en lugar de salir de él al orinar.
Llame a su médico si tiene:
- Sangre en la orina
- Signos y síntomas que duran más de varias horas
- Síntomas que vuelven a aparecer después de terminar de tomar los antibióticos
- Busque ayuda de inmediato si tiene estos signos de infección renal
- Fiebre alta
- Dolor en el costado o la espalda
- Temblores y escalofríos
- Vómitos
- Malestar estomacal
Factores de riesgo de la cistitis
Algunas cosas pueden hacer que una mujer sea más propensa a tener cistitis:
- Ser sexualmente activa
- Estar embarazada
- Usar tampones
- Usar diafragmas con espermicida
- Haber pasado la menopausia
Estos factores pueden aumentar las posibilidades de padecer cistitis tanto en hombres como en mujeres:
- Una infección del tracto urinario (ITU) reciente
- Radiación o quimioterapia
- Uso de un catéter
- Tener diabetes, cálculos renales o VIH
- Una lesión en la columna vertebral
- Algo que afecte al flujo de orina
- El agrandamiento de la próstata puede aumentar el riesgo en los hombres.
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